La Bella Durmiente ya puede partir

Efectivamente, la pequeña Vespino ya está lista, podemos decir que "la suerte está echada..." sin miedo a equivocarnos. Cualquier modificación importante que queramos hacer en ella posiblemente habrá llegado tarde, poco menos que imposible.

Es difícil decir cómo va a ser la partida, aunque espero que sea rápida. Igualmente difícil es predecir quiénes y de qué manera van a participar, sobre todo porque durante un mismo día la situación cambia, el escenario y los participantes sufrimos metamorfosis en pocas horas. Pero por encima de todo, lo muy cierto es que a las 7:00 del sábado 27 de Junio la Vespino y yo estaremos frente a los guardias civiles que custodian el acceso a ese punto meridional de Europa unido al continente, la Isla de las Palomas o "el Marroquí" como algunos le lleman. Espero acceder en compañía de Kiqu y Aina hasta la base del faro de la isla, hasta donde haya suelo transitable para la moto... ya digo: no tengo la certeza absoluta de que nos acompañe alguien más.

Salvo las Islas Canarias, que no están unidas al continente, ese pedazo de tierra y piedras convertido en Parque Natural es el límite, no hay nada más al sur.

Espero que podamos entrar mientras el sol vaya ascendiendo a mi izquierda desde el horizonte, por el Este. Al fondo, gracias a las primera luces de la mañana, a tan solo 14 kms. de distancia, deberemos ver la costa marroquí perfilada en grises... si es así habremos comenzado bien...

Confío poder escribir muchas páginas en los próximos días, será la prueba inequívoca de que las ilusiones mías y de muchos de vosotros se irán cumpliendo.

Luis y Félix con su Hillman no podrán estar en la isla, pero se uniran a la comitiva en Madrid. Kiqu y su familia nos escoltarán hasta Irún. Muy a su pesar allí nos tendremos que despedir, con la esperanza de reencontrarnos, posiblemente, en Münich varias semanas después con el objetivo cumplido... haber llegado al otro extremo de tierra firme del continente, NordKapp.

No hace falta que lo diga expresamente, pero a siete días de la partida, como se suele decir, "estoy que no quepo en mi camiseta..."

Hasta la próxima...

Valentín